miércoles, 28 de noviembre de 2012

Megaminería

            Durante mucho tiempo la Argentina se caracterizó por la fuerte presencia del Estado nacional en la exploración, la explotación y el consumo de productos mineros, y la explotación de rocas de aplicación y la producción de metales minerales no metalíferos. Pero en la década de 1990 la Argentina experimentó una creciente presencia del capital extranjero en la exploración y la explotación minera gracias a los cambios en las leyes argentinas que regulan la actividad minera.

Los principales minerales exportados son: concentrados de cobre, aleación dorada, aluminio sin alear, cloruro de litio y sulfatos de cromo. Esta actividad está presente en todo el país pero el 95% de la actividad se concentra en quince provincias, de las cuales doce se llevan a cabo en la zona cordillerana.
                                        
Hay  tres grandes mitos sobre la puesta en marcha de proyectos mineros como que al instalarse una mina en zonas olvidadas, esta activa la economía del lugar, contribuye al desarrollo social del entorno donde se asienta y favorecen el crecimiento de los micro emprendimientos.
                            
Pero no todo es favorable, porque la mega minería que se lleva a cabo hoy nos deja un impacto ecológico debido a  las explosiones de millones de toneladas de roca y la diseminación del polvo por medio de los vientos produciendo  la llamada “lluvia ácida” y posteriormente de las vertientes y ríos montaña abajo y desaparición de las especies animales y vegetales autóctonas.

 Esto nos lleva a interesarnos en el impacto sobre la salud de los seres humanos que habitan las zonas cercanas al emprendimiento minero de gran envergadura. Entre las enfermedades que se detectan primero son: el aumento de los índices de cáncer (especialmente entre los niños), las afecciones bronco-pulmonares y las enfermedades de la piel; el aumento de la presencia de metales pesados en sangre, a través de la ingesta del agua, los vegetales y la carne contaminada con dichos elementos.
 Otro impacto que  producen estos mega emprendimientos es el económico  debido a la generación de falsas expectativas de abundancia y riqueza en la zona, ya que las empresas mineras y el gobierno emprenden juntos una intensa campaña a favor de la instalación de estas explotaciones. La exención en el pago de impuestos en general que son acreedoras las empresas mineras que también generan disconformidad entre los pobladores. El no ingreso de las divisas por exportaciones minerales, es una tremenda discriminación a los esforzados productores locales;  y por ultimo la inmensa mayoría de los exportadores argentinos sufren importantes retenciones sobre los valores exportados, que los colocan desventajosamente frente a sus competidores internacionales.
Frente a todo lo dicho estoy en desacuerdo con la megaminería ya que no cumplen con las leyes de medio ambiente y dañan los ecosistemas, la salud y la economía de nuestros pobladores.

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